QUÉ VER EN TANGER: LAS GRUTAS DE HÉRCULES
Qué ver en Tánger: Cuenta la leyenda que Hércules, tras un largo viaje en el que encontró las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides (uno de sus doce trabajos), estando cansado y acalorado, quiso darse un baño en el océano Atlántico. Estaba refrescándose cuando llegó Anteo (dios del mar) y le dijo que allí no podía estar, que ese era su territorio. Hércules, que no en vano era el dios más fuerte, peleó con Anteo y salió victorioso, metiéndolo en una gruta y colocando una roca en la entrada, dejándolo así encerrado.
Hércules siguió disfrutando de su baño hasta que escuchó a una mujer llorar. Se acercó a ella, y tras presentarse como Tinga, esposa de Anteo, le preguntó si había visto a su marido. Hércules le dijo que sí, que había luchado con él y había ganado, y que estaba encerrado para siempre en una cueva. Como era una mujer de gran belleza, Hércules, enamorado, le pidió que se casara con él. Ella le respondió que sí, pero que primero tendría que hacer algo como prueba de amor. Entonces Hércules le ofreció el saco de manzanas de oro, pero ella lo rechazó y pidió que el regalo que deseaba era que trajera hasta el Atlántico el agua cálida del Mediterráneo.
Hércules puso un pie en cada extremo y, haciendo un gran esfuerzo, separó los continentes de África y Europa, dando lugar al estrecho de Gibraltar, donde se abrazan fundiéndose las aguas cálidas del mar Mediterráneo con las frías del océano Atlántico.
De esta leyenda derivan el nombre de la ciudad de Tánger, por Tinga, el Cabo Espartel, lugar geográfico donde se unen las aguas del Mediterráneo con el Atlántico, vigiladas por la torre del Faro (S.XIX), y las grutas de Hércules, a cinco kilómetros del faro y a un poco más de kilómetros de Tánger.
Las Grutas de Hércules fueron descubiertas a finales del siglo XIX y su principal característica es que tiene una salida al mar cuyo relieve es el mapa de África invertido. La cueva tiene un gran valor arqueológico, con una antigüedad estimada de siete mil años, y tuvo un uso claro de cantera, estando todas las paredes con las marcas dejadas por la extracción de ruedas de molino.
Tras estar un par de años cerradas al público, las Grutas de Hércules han vuelto a reabrir tras sufrir una gran reforma, que ha dejado el espacio bellamente iluminado y muy bien conservado.