FOTOGRAFIAR MARRUECOS


Marruecos es un lugar grandioso para la vista de un fotógrafo, una pura fiesta de color y una variedad de paisajes incalculables que hacen que cada día te sientas en un país distinto. En el mismo viaje te puedes encontrar fotografiando sus playas vírgenes, los restos arqueológicos romanos en Volubilis, las blancas cumbres nevadas del Atlas, palmerales de un intenso verde salpicadas por sus kasbahs de adobe rojo, la encantadora Chefchaouen teñida de añil, Marrakech conocida como “La ciudad roja”, el naranja intenso de las dunas del desierto donde habitan sus hombres de azul (bereberes), o simplemente observar y captar con tu cámara cómo todos esos colores se mezclan y conviven para dar fe de la forma de ser y sentir de sus habitantes en la plaza de los curtidores en Fez. Fotografiar Marruecos es fácil, mires donde mires hay una fuente de inspiración.

Consejos para fotografiar Marruecos

Lugares emblemáticos: Son aquellas fotos pintorescas que si no las haces parece que no has estado en ese lugar. Aquellas que ves en todos los medios de comunicación y que parecen clonadas sin aportar nada nuevo. Sería conveniente buscar una nueva perspectiva, incluir algún elemento en el encuadre que aporte interés o buscar la luz adecuada (como un atardecer con su hora dorada) para obtener una foto distinta al resto.

Lugares de reunión: Aquellos donde se desarrolla la vida cotidiana del lugar. Los zocos con su ir y venir de gente por sus laberintos de calles, son sitios propicios para captar la actividad de sus habitantes en donde la imagen no se centra en ellos, sino que forma parte del momento, de tu descubrimiento de Marruecos.

Para fotografiar Marruecos debes superar tu primer instinto que será el querer fotografiarlo todo y a todos, pero antes de hacer la primera foto hay que intentar entender su mentalidad y sus costumbres. Ser respetuosos.

Si quieres reflejar aspectos de la vida cotidiana, sus habitantes serán un elemento que aporta fuerza e interés al encuadre. Llegados a este punto hay que tener en cuenta que hay personas a las que no les gusta ser fotografiadas, entre otros motivos porque convertirse en el punto de mira constante de casi todos los turistas a diario, no es fácil. Es comprensible.

Así que contamos con 3 opciones para conseguirlo:

  • «Robar» la foto. Procurando que el retratado no se de cuenta. Para ello la discreción es la clave, procura pasar desapercibido evitando el flash y teniendo en cuenta que el uso de teleobjetivos en estos casos puede no ser una buena idea, ya que intimida bastante, además de lo que implica la incomodidad de viajar con el peso del equipo fotográfico. En el caso de que alguien se diera cuenta y se sintiera molesto, lo primero es pedir disculpas. En mi caso particular opto por una gran sonrisa, gesto de “perdón” y cara de “turista torpe”.
  • Pedir permiso. Sin duda la mejor opción. Comienza con una sonrisa, es el lenguaje universal. Mirar a la persona y mostrar tu cámara puede ser más que suficiente para indicar que quieres hacerle una foto, te sorprenderá la facilidad con la que se prestarán. Aprende algunas palabras y frases, valorarán tu simpatía e interés por la cultura local. Tu viaje será mucho más enriquecedor si conectas con ellos, se mostrarán dispuestos a posar para ti y con mucha más naturalidad. Es la diferencia entre ser un viajero o un turista. Este contacto directo permitirá un cambio en tu forma de plasmar el retrato. Y así tendrás una historia detrás de tu foto.
  • Pagar. Sí, pagar. Estamos en Marruecos y quieres fotografiar Marruecos, el centro neurálgico del regateo y el comercio. Sobre todo en las plazas y zocos encontrarás personas que se ofrecerán voluntariamente a cambio de unos pocos dirhams o que te lo pidan después de ser fotografiados. Una opción intermedia es hacer la foto a los vendedores a los que previamente se les ha hecho una compra.

Descubre Marruecos y conseguirás que las fotos de tu viaje estén a la altura de tus recuerdos.

Gran Tour de Marruecos