Al oír hablar de Marruecos, muchos asociamos el nombre con un clima cálido e imaginamos arenales, palmeras y camellos. Sin embargo, hay excepciones a la regla, y una de estas excepciones es Azrou. Situada en las laderas del Atlas medio, Azrou está rodeada de cedros, pinsapos, monos y agua. Azrou es un lugar fresco, donde incluso nieva en invierno, con sus casas de tejados rojos a dos aguas.
El nombre de la ciudad viene del bereber y significa “roca”. De hecho, es fácil ver dicha cima rocosa desde la ciudad, convertida en mirador natural. Azrou es conocida por la madera de cedro, sus productos frutales como cerezos y manzanos, así como los Monos de Berbería o Macacos Silvana, que habitan en libertad en los bosques de cedro que rodean Azrou. Lugar de paso, este bosque es parada obligada en los circuitos que descienden hasta el desierto desde la vecina Fez, y siempre nos deja la imagen pintoresca de los viajeros haciendo fotos a los monos y ofreciéndoles comida. Un oasis natural, verde y refrescante, que sorprende por inesperado.