EL HOTEL MINZAH


Se podría decir que el Minzah, antiguo palacio reconvertido en hotel de lujo, es el alma de Tánger.

Hoy día es un establecimiento de cinco estrellas que ofrece vistas a la bahía, el estrecho de Gibraltar y las montañas del Rif. Se encuentra en el número 85 de la rue Liberté, a pocos pasos de la playa, la medina y el antiguo puerto, muy cerca de la Plaza de España.

Si nos instalamos en sus habitaciones, podremos disfrutar de su balneario y su hammam de lujo, así como bañarnos en su piscina rodeada de palmeras y plantas tropicales.

Se trata de un hotel de leyenda, lleno de historias y fantasmas. Desde su inauguración a finales de los años veinte, fue parada de muchos de los personajes llegados a la ciudad. Sus salones fueron centro de una selecta sociedad internacional: Tennessee Williams, Cecil Beaton, Paul Bowles, William Burroughs, Bárbara Hutton, Patricia Highsmith o los Rolling Stones se pasearon por ellos.

Se cuentan mil y una anécdotas del Minzah. En su época de esplendor, durante la Segunda Guerra Mundial, el ala izquierda estuvo ocupado por los nazis y el ala derecha por los aliados. Dicen que fue el decorado en el que se inspiró Michael Curtiz para rodar los interiores de su película «Casablanca» y aquí se rodó «El cielo protector», en el mismo lugar donde Paul Bowles tomaba el primer té de la mañana.

En su restaurante Al Korsan, nos ofrecen además de una suculenta gastronomía, una actividad muy recomendable para el turista, un maravilloso espectáculo de danza marroquí.

Si de verdad quieres sentirte protagonista de su historia, acude al Wine Bar, su famoso piano bar marcado por la música de calidad y en directo. Termina la noche tangerina con un Manhattan en el lugar más emblemático de los locos años cuarenta.