Saidia es un oasis dentro de Marruecos.
En un país donde el tráfico es caótico, donde la llamada a la oración te despierta de madrugada, donde la mercadería se pregona a voces, donde la venta ambulante nos persigue a cada paso, donde en resumen, es difícil escuchar el silencio, podemos llegar a creer que viajar a Saidia no es viajar a Marruecos, sino un paraje solitario en medio de la inmensidad del mar.
En Saidia reina la calma. Con sus catorce kilómetros de playa virgen, de dunas, mar azul turquesa y arena blanca, la vista hacia el horizonte es infinita. Sólo destacan en su geografía las montañas que hacen de frontera natural con Argelia, y la silueta de los dos grandes complejos hoteleros allí asentados: el Hotel Be Live Saidia 5* y el hotel Iberostar Saidia 5*, ambos sujetos al ya famoso régimen del todo incluido.
Ambos hoteles destacan por su arquitectura integradora del paisaje, con construcciones de baja altura de inspiración árabe, jardines de palmeras, cactus y rosales, y sobre todo un servicio excelente, con magnífica comida, animación, y atención al cliente.
Al amanecer, el día estalla en mil colores, con un sol radiante y los clientes comienzan la mañana con un opíparo desayuno en el comedor buffet del hotel: frutas, zumos, tostadas, bollería, embutidos de ternera y pavo, huevos, bacon, alubias, dulces marroquíes, tortitas, yogures, quesos, etc.
Después de desayunar hay opciones donde escoger. Podemos dar una vuelta en bicicleta (de alquiler en el hotel), podemos bajar a la piscina o la playa, podemos participar en cualquiera de las múltiples actividades que plantea el equipo de animación del hotel, podemos acudir al spa (de pago aparte), podemos volver a la habitación y quedarnos leyendo un buen libro… Hay opciones para todas las edades, la cuestión es no aburrirse, o si uno se aburre que sea porque así lo ha decidido.
Los niños tienen en estos hoteles un gran programa de animación diaria, diseñado especialmente pensando en ellos. Hay un miniclub, piscinas infantiles, un jardín con columpios, una mini disco, donde poder jugar y divertirse, atendidos en todo momento por monitores dedicados a su cuidado. Igualmente, la comida tiene también un espacio para los niños, con menús diseñados a su gusto, meriendas, helados, zumos y batidos, que a los más pequeños les encantarán.
A cualquier hora podemos hacer cualquier actividad. Podemos comer, beber, bailar, dormir, pasear, nadar, todo lo que nos apetezca casi sin límite horario. Hasta las cinco de la madrugada es posible tomar una copa o un tentempié. Por la noche, después de cenar en el buffet o en cualquiera de sus restaurantes temáticos, podemos asistir al teatro donde todas las noches hay espectáculos originales y diferentes.
Después de pasar un largo fin de semana en Saidia, podemos afirmar que es un destino maravilloso para pasar unos días de relax veraniego, tanto si vamos con niños como si vamos solos. Un lugar donde recuperar fuerzas y sentirnos mimados por un personal altamente cualificado que se desvivirá por cumplir nuestros deseos. Viajar a Saidia, el Caribe marroquí.