Las dudas

Según la prima Pepa, que es psicóloga, lo que más morbo da a la gente es saber que ando preocupado y que tengo dudas. A ella es a quien le dedico estas palabras.

Cuanto más avanza la fecha de la mudanza, más miedo me da la decisión que he tomado de irnos a vivir a Marruecos. Por muchas razones. Quizá la primera es la económica ya que hemos cambiado de opción y en vez de vender nuestro piso de Sevilla y marchar holgados como teníamos pensado en un principio, hemos decidido no venderlo y posiblemente alquilarlo. También ha influido en esta decisión que el panorama de venta está un poco oscuro. A la vista está el escándalo financiero de las hipotecas en EEUU, que veremos a ver cómo afecta a Europa.

La opción de mantener, por un lado, nos obliga a mirar con lupa los gastos futuros que vamos a tener. El piso cerrado vale un pico, si sumamos los gastos añadidos de vivir en Tánger, al final tenemos que ampliar nuestros ingresos de manera considerable, y no sabemos cómo nos va a ir en Marruecos. No soy partidario de que para mejorar la economía familiar hay que recortar gastos -aunque cuando no queda más remedio, se recortan y no pasa nada- , prefiero pensar que hay que aumentar los ingresos. De esta forma mantengo el nivel de vida deseado. Claro que esto es la teoría, por que no se aumentan los ingresos fácilmente.

Por otro lado, alquilar el piso supone siempre un riesgo y hay que andar cautos con la selección del inquilino, además puede ser que en un año nos planteemos volver, y donde vivimos hoy en España nos encontramos muy a gusto. Puestos a pensar en lo peor, nos gustaría volver a nuestra casa y no andar preocupados con tener que buscarnos un piso de alquiler si las cosas no salen como pensamos.

En fin, que me planteo a menudo si seré capaz de aguantar mucho tiempo allí.