LOS AISSAUAS: El origen de los encantadores de serpientes

Encantadores de serpientes, Marruecos

El origen de los encantadores de serpientes

Cualquier tarde en la vorágine de la plaza Jamaa el Fna en Marrakech nos encontramos con el espectáculo de la calle, los aguadores, los que venden dulces de miel y frutos secos, los mendigos, los cuentacuentos y con los aissauas, los encantadores de serpientes.

El origen de los aissauas

Su origen se remonta a 1455 cuando Sidi Mohamed Ben Aissa viajó a oriente como encargo del mandatario para cerrar varios tratos en India, donde entró en contacto con los faquires y aprendió sus técnicas tanto de hipnotismo como de autocontrol del cuerpo y la mente. Al regresar a Marruecos creó la cofradía que ha llegado a nuestros días.

Los aissauas son famosos por sus exhibiciones con serpientes y su dominio sobre éstas pero practican otras actividades como clavarse grandes agujas, comer vidrio o manipular fuego.

En la actualidad suelen ser personas humildes que se dedican a capturar reptiles para ganar dinero ya que existe una demanda tanto en la farmacopea como en la venta de animales exóticos o como mero souvenir.

Los encantadores de serpientes se dejan fotografiar, previo pago, con sus cobras amaestradas a las que dominan a través de la música, aunque siempre tienen dominados los movimientos de estas, algunos de ellos utilizan técnicas de control más severas y perseguidas en la actualidad como cortar los colmillos y extraer las glándulas de veneno de los reptiles. Aunque como se puede ver en este artículo siempre será una profesión arriesgada.

Aunque el folklore y el tipismo siempre atraen a los visitantes, existe una corriente contraria a estas exhibiciones los cuales sostienen que estas prácticas provocan la extinción de especies de serpientes y acusan a los cuidadores de maltrato animal por las pésimas condiciones en que se mantienen a los reptiles.

Siempre existirá, con el cuidado necesario, la manera de no dejar que se pierda una tradición tan antigua como representativa de la cultura marroquí y actualmente se está trabajando en regularizar esta situación y que tanto las serpientes como los encantadores puedan seguir existiendo en nuestros días.