Los jardines están habitados de bambúes, nenúfares, yucas, estramonios, filodendros, buganvillas, papiros, cocoteros y un sinfín de otras plantas traídas de diversas partes del mundo para que en ellas aniden cientos de pájaros. Es una obra de arte adornada de fuentes, alamedas, estanques de plantas acuáticas y pérgolas.
En 1937, el artista, conocido ya como «el pintor de Marrakech», crea el azul Majorelle (cobalto) con el que pinta la casa y el jardín. Posteriormente, en 1980, pasó a ser propiedad del diseñador Yves Saint Laurent y su compañero Pierre Bergé, quienes llevaron a cabo su restauración, ampliando la flora del jardín botánico y creando en el antiguo taller del pintor un Museo de arte islámico, con objetos de sus colecciones privadas.