Las ruinas de Lixus en Larache


Lixus es una antigua ciudad situada a unos cinco kilómetros de Larache. En este lugar, hubo presencia humana ya en la prehistoria, y prueba de ello son los restos de piedras megalíticas. Pero su esplendor llegó tras la ocupación de los fenicios, que convirtieron la región en un puesto de comercio y cuyo templo dedicado a Melquart sería más antiguo que el de Gades en Cádiz.

En el año 45 d.C., la ciudad pasó a formar parte del gran Imperio Romano. El complejo ocupa una colina que domina el río Lucus. En la parte alta, está la necrópolis con los vestigios del templo y las termas. Existe también un anfiteatro, única construcción de este estilo en Marruecos, y cerca se ha descubierto el mosaico del Dios Océano. Hay restos de un barrio rodeado de murallas con casas, almacenes, bóvedas, restos de columnas, puertas defensivas y torres.

La ciudad debió su fama a su río; entre las ruinas encontramos un puerto y una zona industrial donde se preparaban salazones de pescado. La sal se obtenía de las salinas colindantes que aún hoy siguen siendo explotadas. Pero sobre todo, Lixus fue conocido por ser el gran exportador de garum. Salsa hecha de vísceras fermentadas de pescado, era considerado por los habitantes de la antigua Roma como un alimento afrodisíaco y solamente era consumido por las clases altas de la sociedad.

Parece ser que la ciudad fue abandonada en el siglo V con el colapso del poder romano en la zona, trasladándose el puerto a Larache. No fue hasta 1845 cuando el viajero alemán H. Bart descubre las ruinas de Lixus, y desde entonces no han cesado las campañas de excavaciones, quedando todavía mucho por descubrir.

Lixus es uno de los lugares donde, según la mitología, podría haber estado ubicado el Jardín de las Hespérides, donde Hércules cumplió su penúltima misión, robar las manzanas de oro.